El Origen de las Runas
- Diana Bray
- 9 jul
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Más que simples símbolos, las runas eran un poderoso sistema de escritura utilizado por los antiguos pueblos germánicos durante la Edad Media. Pero su origen va mucho más allá de lo terrenal: según la mitología nórdica, las runas fueron un regalo divino.
Cuenta la leyenda que Odín, el dios supremo de los vikingos, obtuvo el conocimiento de las runas tras un acto de profundo sacrificio. Se colgó del árbol del mundo, Yggdrasil, durante nueve días y nueve noches. Sin comida ni agua, herido por su propia lanza y habiendo entregado su ojo derecho, Odín se sumergió en una intensa meditación hasta que, al final del noveno día, las runas le fueron reveladas.
Estas no llegaron solas: Mimir, el dios de la sabiduría, fue quien le otorgó la comprensión necesaria para descifrarlas y usarlas. Desde entonces, Odín fue reconocido como el dios de las runas, portador del conocimiento capaz de cambiar el destino y alterar la fortuna.
Las runas no solo se grababan en piedras o armas: se creía que contenían un poder mágico, y se usaban para la adivinación y rituales espirituales. Así, este alfabeto de 24 símbolos se convirtió en un puente entre los dioses y los hombres.
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